Encontrados 36 resultados para: debo

  • Y agregó: «Díme cuanto te debo y te lo pagaré.» (Génesis 30, 28)

  • Respondió: ¿No debo acaso decir lo que Yavé puso en mi boca?" (Números 23, 12)

  • Pero ten cuidado, no sea que esa gente siga siendo para ti una trampa después que la hayas destruido. No mires a sus dioses ni preguntes por ellos; no digas: «¿Cómo servía esta gente a sus dioses? ¿No debo yo hacer lo mismo?» (Deuteronomio 12, 30)

  • Sansón le replicó: «Esta vez no debo nada a los filisteos si les hago daño.» (Jueces 15, 3)

  • Samuel le dijo: «¿Por qué has molestado mi descanso, llamándome?» Saúl respondió: «Estoy en un gran apuro. Los filisteos me hacen la guerra y Dios me ha abandonado. No me responde ni por medio de los profetas, ni por medio de los sueños. Por eso te he evocado, para que me digas lo que debo hacer.» (1 Samuel 28, 15)

  • Después de esto, David consultó a Yavé: «¿Debo subir a una de las ciudades de Judá?» La respuesta fue: «Sube.» David preguntó: «¿A cuál subiré?» La respuesta fue: «A Hebrón.» (2 Samuel 2, 1)

  • Entonces David consultó a Yavé: «¿Debo atacar a los filisteos? ¿Caerán en mis manos?» Y Yavé respondió: «Ataca, te aseguro que pondré a los filisteos en tus manos.» (2 Samuel 5, 19)

  • David, pues, llamó a los de Gabaón y les dijo: «¿Qué debo hacer con ustedes? ¿Cómo podré desagraviarles para que ahora bendigan a la herencia de Yavé?» (2 Samuel 21, 3)

  • ¿Quieres que el pueblo sufra hambre durante tres años?, ¿o bien prefieres tener que huir durante tres meses ante tus enemigos?, ¿o deseas que el país sea asolado por la peste durante tres días? Ahora piénsalo bien, pues debo llevar tu respuesta al que me envió.» (2 Samuel 24, 13)

  • El rey de Israel reunió a los profetas, que eran unos cuatrocientos hombres, y les dijo: «¿Debo atacar a Ramot de Galaad o no lo hago?» Ellos respondieron: «Sube, porque Yavé te la entregará.» (1 Reyes 22, 6)

  • Pero el rey dijo: «¿Cuántas veces te debo preguntar para que me digas la verdad en nombre de Yavé?» (1 Reyes 22, 16)

  • Cuando el rey de Israel los vio, preguntó a Eliseo: «¿Debo matarlos, padre mío?» (2 Reyes 6, 21)


“É doce o viver e o penar para trazer benefícios aos irmãos e para tantas almas que, vertiginosamente, desejam se justificar no mal, a despeito do Bem Supremo.” São Padre Pio de Pietrelcina