Encontrados 87 resultados para: codos

  • El ala del segundo querubín era de cinco codos y tocaba la pared de la sala; la otra ala tenía también cinco codos y estaba pegada con el ala del primer querubín. (2 Crónicas 3, 12)

  • Las alas desplegadas de estos querubines medían veinte codos. Estaban de pie, y con sus caras vueltas hacia la Casa. (2 Crónicas 3, 13)

  • Delante de la sala hizo dos columnas de treinta y cinco codos de alto. El capitel que las coronaba tenía cinco codos. (2 Crónicas 3, 15)

  • Construyó también un altar de bronce de veinte codos de largo, veinte codos de ancho y diez codos de alto. (2 Crónicas 4, 1)

  • Hizo una gran pileta de metal fundido, llamado el mar, de diez codos de borde a borde, enteramente redondo y de cinco codos de alto. Un cordón de treinta codos medía su contorno. (2 Crónicas 4, 2)

  • Salomón había hecho un estrado de bronce de cinco codos de largo, cinco codos de ancho y tres codos de alto, que había colocado en medio del patio; poniéndose sobre él se arrodilló frente a toda la asamblea de Israel. Y extendiendo sus manos hacia el cielo dijo: (2 Crónicas 6, 13)

  • Cada una de las dos columnas tenía dieciocho codos de alto, doce de circunferencia y cuatro dedos de grosor, y eran huecas por dentro. (Jeremías 52, 21)

  • Encima tenían un capitel de bronce de cinco codos de altura, rodeado totalmente por un trenzado con granadas, todo de bronce. Ambas columnas eran iguales. (Jeremías 52, 22)

  • Un muro, alrededor de toda la Casa, la separaba del exterior. El hombre tenía en la mano una vara para medir que llegaba a los seis codos de largo. Midió esa construcción: una vara de espesor y otra de alto. (Ezequiel 40, 5)

  • Cada una de las piezas medía una vara de largo y otra de ancho, los pilares que separaban a las piezas tenían cinco codos de espesor. (Ezequiel 40, 7)

  • El hombre midió entonces el vestíbulo del pórtico, que daba al interior: ocho codos; su pilar medía dos. (Ezequiel 40, 9)

  • Midió el ancho de la entrada del pórtico: diez codos; el pórtico como tal medía trece codos de largo. (Ezequiel 40, 11)


“Para que se preocupar com o caminho pelo qual Jesus quer que você chegue à pátria celeste – pelo deserto ou pelo campo – quando tanto por um como por outro se chegará da mesma forma à beatitude eterna?” São Padre Pio de Pietrelcina