Encontrados 15 resultados para: ciprés

  • En cuanto a ti, construye un arca de madera de ciprés; en el arca dispondrás celditas, y la recubrirás con brea por dentro y por fuera. (Génesis 6, 14)

  • yo daré cuanto deseas en madera de cedro y de ciprés. Mis servidores los bajarán desde el Líbano hasta el mar, yo los pondré en balsas y los llevaré al lugar que me mandes; allí los soltarán y tú los cargarás. Yo desearía que me los pagues con víveres, que me proporcionarás para mi casa.» (1 Reyes 5, 9)

  • Hiram facilitó a Salomón toda la madera de cedro y ciprés que necesitaba. (1 Reyes 5, 10)

  • Cubrió las paredes de la Casa al interior con planchas de madera de cedro desde el suelo hasta las vigas, quedando así todo el interior de madera. El suelo lo cubrió con planchas de ciprés. (1 Reyes 6, 15)

  • A la entrada del Lugar Santo puso puertas con postes de olivo silvestre, siendo las dos hojas de madera de ciprés. (1 Reyes 6, 33)

  • Hiram, rey de Tiro, había proporcionado a Salomón madera de cedro y de ciprés y todo el oro que necesitó. Al cabo de ese tiempo, Salomón le dio veinte pueblos en la tierra de Galilea. (1 Reyes 9, 11)

  • Envíame también madera de cedro, de ciprés y de sándalo, pues yo sé que tus siervos entienden de cortar los árboles del Líbano; (2 Crónicas 2, 7)

  • Revistió la sala grande de madera de ciprés y la recubrió de oro fino, haciendo esculpir en ella palmas y cadenillas. (2 Crónicas 3, 5)

  • Las vigas de nuestra casa son de cedro, y su techo de ciprés. (Cantar 1, 17)

  • Crecí como un cedro del Líbano, como el ciprés en las laderas del Hermón. (Sirácides (Eclesiástico) 24, 13)

  • como olivo cargado de frutos, como el ciprés que se alza hasta las nubes. (Sirácides (Eclesiástico) 50, 10)

  • En lugar del espino crecerá el ciprés, y el mirto, en vez de las ortigas. Y esto le dará fama a Yavé, pues será una señal que nunca se borrará. (Isaías 55, 13)


“Se você não entrega seu coração a Deus, o que lhe entrega?” “Você deve seguir outra estrada. Tire de seu coração todas as paixões deste mundo, humilhe-se na poeira e reze! Dessa forma, certamente você encontrará Deus, que lhe dará paz e serenidade nesta vida e a eterna beatitude na próxima.” São Padre Pio de Pietrelcina