Encontrados 16 resultados para: castiga

  • pero castiga en su propia persona a quien lo odia, y lo sanciona sin demora. (Deuteronomio 7, 10)

  • Ahora, vete y castiga a Amalec; tú lo declararás anatema con todo lo que le pertenece. No le tendrás compasión, sino que matarás a todos, hombres y mujeres, jóvenes y niños, bueyes y ovejas, camellos y burros.» (1 Samuel 15, 3)

  • escucha tú desde los cielos y haz justicia. Castiga al malo, haciendo recaer sobre él todo el mal que hizo; pero declara inocente al que obró rectamente, premiándolo según tu justicia. (1 Reyes 8, 32)

  • escucha tú desde los cielos y obra; juzga a tus siervos y castiga al culpable, haciendo recaer su conducta sobre su cabeza y declarando inocente al justo, dándole según lo que merece. (2 Crónicas 6, 23)

  • El nos castiga por nuestras maldades, pero luego nos perdonará y nos reunirá de entre todas las naciones en las que nos ha dispersado. (Tobías 13, 5)

  • Te exigimos por el cielo y la tierra, por nuestro Señor y Dios de nuestros padres, que nos castiga por nuestros pecados y los de ellos, que tomes esta resolución hoy mismo.» (Judit 7, 28)

  • Castiga con la astucia de mis palabras al esclavo y al señor, al jefe y sus servidores; acaba con su soberbia por medio de mi mano de mujer. (Judit 9, 10)

  • No les ofrezcas tu cetro, Señor, a los que nada son, ni permitas que se rían de nosotros. Que se vuelvan sus proyectos contra ellos y castiga, para que sirva de escarmiento, al que tramó todo esto en contra nuestra. (Ester 14, 11)

  • Señor, Dios Sabaot, Dios de Israel, despiértate, castiga a esos paganos, sé inclemente con todos esos renegados. (Salmos 59, 6)

  • Por eso nunca aparta su misericordia de nosotros, y no abandona a su pueblo, incluso cuando nos castiga mediante la adversidad. (2 Macabeos 6, 16)

  • Castiga al burlón y el simple pondrá atención; reprende al hombre sensato y entenderá. (Proverbios 19, 25)

  • Castiga al burlón y el simple se hará sabio, instruye al sabio, y le aprovechará la lección. (Proverbios 21, 11)


“Aquele que procura a vaidade das roupas não conseguirá jamais se revestir com a vida de Jesus Cristo.” São Padre Pio de Pietrelcina