Encontrados 216 resultados para: bueno

  • Actúen así y no cometan pecados. El sumo sacerdote Amarías los dirigirá en todos los asuntos de Yavé, y Zabedías, hijo de Ismael, príncipe de la tribu de Judá, en todos los asuntos del rey. Los levitas les servirán de escribas. Sean valientes y eficaces. ¡Yavé esté con el bueno!» (2 Crónicas 19, 11)

  • Joás hizo lo que es bueno delante de Yavé mientras vivió el sacerdote Joyadá. (2 Crónicas 24, 2)

  • Obró lo que es bueno a los ojos de Yavé, aunque no de todo corazón. (2 Crónicas 25, 2)

  • Hizo lo que es bueno delante de Yavé, como lo había hecho su padre, Amasías. (2 Crónicas 26, 4)

  • Hizo lo que era bueno a los ojos de Yavé, como David su padre. (2 Crónicas 29, 2)

  • Pues una gran parte del pueblo, muchos de Efraím, de Manasés, de Isacar, y de Zabulón, no se habían purificado y con todo comieron la Pascua sin observar lo escrito. Pero Ezequías rezó por ellos diciendo: «Que Yavé que es bueno perdone (2 Crónicas 30, 18)

  • Así procedió Ezequías en todo Judá haciendo lo que era bueno y recto y verdadero, ante Yavé su Dios. Todas las obras que realizó en servicio de la Casa de Yavé, de la Ley y los mandamientos, las hizo buscando a su Dios con todo su corazón y tuvo éxito. (2 Crónicas 31, 20)

  • Hizo lo que era bueno a los ojos de Yavé, siguiendo los caminos de su padre David, sin apartarse de ellos de ninguna manera. (2 Crónicas 34, 2)

  • Lo demás referente a Josías y todo lo bueno que hizo de acuerdo con la Ley de Yavé (2 Crónicas 35, 26)

  • Cantando y alabando, daban gracias a Yavé: «Porque es bueno, porque es eterno su amor para Israel.» Todo el pueblo lanzaba gritos con grandes clamores, alabando a Yavé porque se ponían los cimientos de la Casa de Yavé. (Esdras 3, 11)

  • Les diste tu Espíritu bueno para instruirlos; les diste maná para que tuvieran de comer, y agua para calmar su sed. (Nehemías 9, 20)

  • Un ángel bueno los acompañará; el viaje será feliz y volverá sano a nosotros.» (Tobías 5, 22)


“Não nos preocupemos quando Deus põe à prova a nossa fidelidade. Confiemo-nos à Sua vontade; é o que podemos fazer. Deus nos libertará, consolará e enorajará.” São Padre Pio de Pietrelcina