Encontrados 18 resultados para: aromas

  • oro muy fino. Allí se encuentran también aromas y piedras preciosas. (Génesis 2, 12)

  • y aceite para mantener las lámparas; aromas para componer el óleo de la unción y perfumes de buen olor; (Exodo 25, 6)

  • Yavé dijo a Moisés: «Toma aromas escogidos: de mirra pura, quinientos siclos; (Exodo 30, 22)

  • Yavé dijo a Moisés: «Procúrate en cantidades iguales los siguientes aromas: resina, espinos y gálbano, especias aromáticas e incienso puro. (Exodo 30, 34)

  • aceite para el alumbrado, aromas para el óleo de la unción y para el incienso aromático, (Exodo 35, 8)

  • aromas y aceite para el alumbrado, para el óleo de la unción y para el incienso aromático. (Exodo 35, 28)

  • Se alegró Ezequías por su venida y enseñó a los enviados su cámara del tesoro, la plata, el oro, los aromas, el aceite oloroso, sus armas y todo cuanto había en el tesoro. No hubo cosa en su palacio, ni de todo lo que poseía, que Ezequías no mostrara. (2 Reyes 20, 13)

  • Otros estaban encargados de los utensilios y de todos los instrumentos del Santuario, de la flor de harina, el vino, el aceite, el incienso y los aromas. (1 Crónicas 9, 29)

  • Pero los que hacían la mezcla para los aromas eran sacerdotes. (1 Crónicas 9, 30)

  • La reina de Saba había oído la fama de Salomón, y vino a Jerusalén a probarlo por enigmas. Vino con muchos servidores y con camellos que traían aromas, gran cantidad de oro y piedras preciosas. Fue donde Salomón y conversó con él sobre todas sus inquietudes. (2 Crónicas 9, 1)

  • Dio al rey ciento veinte talentos de oro, gran cantidad de aromas y piedras preciosas. Nunca se vieron aromas como los que la reina de Saba dio al rey Salomón. (2 Crónicas 9, 9)

  • Y cada uno de ellos traía su presente, objetos de plata y objetos de oro, vestidos,armas,aromas, caballos y mulos, año tras año. (2 Crónicas 9, 24)


“O Senhor nos dá tantas graças e nós pensamos que tocamos o céu com um dedo. Não sabemos, no entanto, que para crescer precisamos de pão duro, das cruzes, das humilhações, das provações e das contradições.” São Padre Pio de Pietrelcina