Encontrados 18 resultados para: Temblando

  • Cumplió Samuel lo que Yavé le había mandado. Cuando llegó a Belén, los jefes de la ciudad salieron temblando a su encuentro y le preguntaron: «¿Vienes en son de paz?» (1 Samuel 16, 4)

  • Saúl dijo entonces a su escudero: «Saca tu espada y traspásame, no sea que lleguen esos infieles a burlarse de mí.» Pero el escudero no se atrevió a hacerlo, pues estaba temblando de miedo. Entonces Saúl se arrojó sobre su espada. (1 Samuel 31, 4)

  • Todos los hombres de Judá y de Benjamín se reunieron en Jerusalén dentro de los tres días. Era el día veinte del noveno mes, y todo el pueblo estaba en la plaza de la Casa de Dios temblando con motivo de aquel asunto y también porque llovía. (Esdras 10, 9)

  • La pena, la angustia, el peligro, el miedo se cernía sobre la tierra. Temblando de pavor ante la desgracia que los amenazaba, los justos, resignados a morir, invocaban a Dios. (Ester 11, 8)

  • Temblando de impaciencia devora la distancia y no se para hasta que resuena el clarín. (Job 39, 24)

  • Sirvan con temor al Señor, besen, temblando, sus pies; (Salmos 2, 11)

  • Los extranjeros pierden el ánimo, y salen temblando de sus fortalezas. (Salmos 18, 46)

  • Se presentarán temblando cuando se haga el recuento de sus pecados, y sus crímenes se alzarán frente a ellos. (Sabiduría 4, 20)

  • "Hijo de hombre, vas a comer tu pan como si estuvieras temblando, y a beber tu agua como si estuvieras angustiado y anonadado. (Ezequiel 12, 18)

  • Entonces descenderán de sus tronos todos los príncipes, se quitarán su manto y dejarán su traje de fiesta. Se pondrán ropa de luto y se sentarán en el suelo. Se sentirán impactados por el estupor al pensar en ti y se quedarán temblando. (Ezequiel 26, 16)

  • Ha llegado la espada a Egipto, Kuch está temblando; caen las víctimas en Egipto y se conmueven sus cimientos. (Ezequiel 30, 4)

  • En esto una mano me tocó, y pude mantenerme temblando en las rodillas y las manos (Daniel 10, 10)


“Ouço interiormente uma voz que constantemente me diz: Santifique-se e santifique!” São Padre Pio de Pietrelcina