Encontrados 44 resultados para: Llamas

  • El otro, pues, le preguntó: «¿Cómo te llamas?» El respondió: «Jacob.» (Génesis 32, 28)

  • Entonces ustedes se acercaron y permanecieron al pie del monte. Este ardió en llamas hasta el mismo cielo entre tinieblas de nube y espesa niebla. (Deuteronomio 4, 11)

  • Entonces, la señal de humo comenzó a subir de la ciudad y Benjamín, mirando atrás, vio que las llamas de toda la ciudad subían al cielo. (Jueces 20, 40)

  • Abner respondió: «¿Quién eres tú, que llamas al rey?» David dijo: «Por Dios, ¿no eres tú un valiente? ¿Y quién como tú en Israel? ¿Por qué, pues, no has cuidado al rey tu señor cuando uno entró en el campamento para matarlo? ¿Así cumples con tu deber? (1 Samuel 26, 15)

  • Su aliento encendería carbones, salen llamas de su boca. (Job 41, 13)

  • Sepan que sólo tú te llamas Señor, y eres Altísimo en toda la tierra. (Salmos 83, 19)

  • Tomas de mensajeros a los vientos y como servidores un fuego en llamas. (Salmos 104, 4)

  • Ananías, Azarías y Misael fueron salvados de las llamas por haber tenido fe. (1 Macabeos 2, 59)

  • Cuando el sol se reflejó en los escudos de oro y bronce, resplandecieron las montañas y brillaron como llamas de fuego. (1 Macabeos 6, 39)

  • Unas veces las llamas besaban para no quemarlos a los animales que habían sido enviados contra los impíos: así comprenderían que Dios quería castigarlos; (Sabiduría 16, 18)

  • Se parecía a la nieve, pero soportaba el fuego sin derretirse; mientras que por ese tiempo las cosechas de los enemigos eran presa de las llamas que ardían en medio del granizo: los relámpagos brillaban bajo la lluvia. (Sabiduría 16, 22)

  • Las llamas no quemaban a los frágiles insectos que las atravesaban; ni hacían que se derritiera el maná, ese alimento divino que debió licuarse como la escarcha en un instante. (Sabiduría 19, 21)


“Não se aflija a ponto de perder a paz interior. Reze com perseverança, com confiança, com calma e serenidade.” São Padre Pio de Pietrelcina