Encontrados 36 resultados para: Enojado

  • Yavé le dijo: «¿Por qué andas enojado y con la cabeza baja? Si obras bien, podrás levantar tu vista. (Génesis 4, 6)

  • Cuando ya no esté enojado y haya olvidado lo que le has hecho, yo enviaré a buscarte y volverás. Pero no quiero perderlos a ustedes dos en un mismo día.» (Génesis 27, 45)

  • Faraón se había enojado contra sus siervos, y me dejó detenido en la casa del capitán de la guardia, junto con el panadero del palacio. (Génesis 41, 10)

  • Todos tus ministros vendrán a mí, se postrarán delante de mí y me pedirán por favor que nos vayamos, yo y todo el pueblo de Israel. Después de esto, nos iremos.» Moisés volvió muy enojado de la presencia de Faraón. (Exodo 11, 8)

  • Pero Yavé se había enojado conmigo por culpa de ustedes y no me escuchó, antes bien me dijo: Basta ya, no me hables más de eso, (Deuteronomio 3, 26)

  • Yavé estaba también muy enojado con Aarón y quería hacerlo perecer. Del mismo modo intercedí por Aarón. (Deuteronomio 9, 20)

  • Luego el espíritu de Yavé lo tomó: bajó a Ascalón y mató allí a treinta hombres. Tomó sus despojos y entregó las mudas a los que habían acertado la adivinanza; luego, muy enojado, subió a la casa de su padre. (Jueces 14, 19)

  • Y la tierra se estremeció y tembló, los cimientos de los cielos se conmovieron, se estremecieron porque él estaba enojado. (2 Samuel 22, 8)

  • Al instante el hombre se quitó el pañuelo de la cara, y el rey de Israel lo reconoció como uno de los profetas. El dijo al rey: «Así dice Yavé: Porque has dejado escapar a un hombre que yo destinaba a la muerte, tu vida pagará por la suya y tu pueblo por su pueblo.» El rey volvió a su casa, en Samaria, triste y enojado. (1 Reyes 20, 41)

  • Ajab, pues, se fue a su casa triste y enojado por la respuesta de Nabot, que quería guardar la herencia de sus padres. Se acostó sin querer comer y con la cara hacia la pared. (1 Reyes 21, 4)

  • Tu descendencia desaparecerá como la de Jeroboam y la de Basá, porque arrastraste a tu pueblo al pecado y a mí me has enojado. Tus hijos no serán sepultados. (1 Reyes 21, 22)

  • porque ellos me han abandonado y han quemado incienso en honor de otros dioses. Por todo lo que han hecho, estoy enojado contra este lugar, y el fuego de mi cólera no se apagará. (2 Reyes 22, 17)


“Amemos ao próximo. Custa tão pouco querer bem ao outro.” São Padre Pio de Pietrelcina