Encontrados 62 resultados para: Caballo

  • ¡La fusta para el caballo, las riendas para el burro, y el palo para la espalda de los imbéciles! (Proverbios 26, 3)

  • Vi servidores que andaban a caballo y nobles que iban a pie, como los servidores. (Eclesiastés (Qohelet) 10, 7)

  • Un caballo chúcaro no se puede montar, un hijo dejado a sus caprichos se vuelve insolente. (Sirácides (Eclesiástico) 30, 8)

  • Elam toma su caja de flechas, Aram monta a caballo y Quir saca su escudo. (Isaías 22, 6)

  • Pero ustedes no lo han aceptado y han dicho: «¡Mejor huiremos a caballo!» ¡Pues bien, huyan no más! Y han añadido: «En rápidos carros.» -¡Muy bien, sus perseguidores seran todavía más rápidos! (Isaías 30, 16)

  • que los hizo caminar por el fondo del mar como un caballo por la pradera, y sin que se tropezaran, (Isaías 63, 13)

  • y de todos los pueblos traerán a todos tus hermanos dispersos como una ofrenda a Yavé, a caballo, en carro, en carretas, a lomo de mula o de camello. Me los traerán a mi cerro santo en Jerusalén, igual que los hijos de Israel me traen sus regalos para el templo de Yavé en vasos puros. (Isaías 66, 20)

  • Llevan arcos y espadas, son crueles e inhumanos; avanzan como las olas del mar rugiente, montados a caballo, ordenados como un solo hombre para atacarte, hija de Sión.» (Jeremías 6, 23)

  • Ven y oyen, pero hablan otro lenguaje y nadie llora su maldad, diciendo: «¿Qué es lo que he hecho?» Todos prosiguen su loca carrera como un caballo que se lanza a la carga. (Jeremías 8, 6)

  • «Si te cansa correr con los de a pie, ¿cómo competirás con los de a caballo? Si en país tranquilo no te sientes seguro, ¿qué harás en los bosques del Jordán?» (Jeremías 12, 5)

  • Empuñan el arco y la lanza, son bárbaros y crueles; su griterío es como el rugido del mar; andan a caballo; cada hombre está equipado para la batalla para atacarte a ti, hija de Babilonia. (Jeremías 50, 42)

  • Contigo aplasté naciones, contigo destruí reinos, contigo derribé al caballo y al jinete, al carro de guerra y al que lo monta. (Jeremías 51, 21)


“Por que a tentação passada deixa na alma uma certa perturbação? perguntou um penitente a Padre Pio. Ele respondeu: “Você já presenciou um tremor de terra? Quando tudo estremece a sua volta, você também é sacudido; no entanto, não necessariamente fica enterrado nos destroços!” São Padre Pio de Pietrelcina