Sirácides (Eclesiástico), 14
9. El hombre insaciable no está nunca satisfecho, la codicia le seca el corazón.
9. El hombre insaciable no está nunca satisfecho, la codicia le seca el corazón.
“Quando a videira se separa da estaca que a sustenta, cai, e ao ficar na terra apodrece com todos os cachos que possui. Alerta, portanto, o demônio não dorme!” São Padre Pio de Pietrelcina