1. Recorran las calles de Jerusalén, miren bien e infórmense. Busquen por las plazas, a ver si encuentran un hombre, uno siquiera, que practique la justicia y busque la verdad, y perdonaré a esta ciudad. ¿Tus ojos, Yavé, no buscan acaso la verdad?





“É necessário manter o coração aberto para o Céu e aguardar, de lá, o celeste orvalho.” São Padre Pio de Pietrelcina