14. Porque así habla Yavé: «Yo pongo un yugo de hierro al cuello de todas estas naciones para someterlas a Nabucodonosor, rey de Babilonia, para que lo sirvan; a todos los he entregado a Nabucodonosor, hasta los animales del campo.»





“Pense na felicidade que está reservada para nós no Paraíso”. São Padre Pio de Pietrelcina