18. Todavía antes de vuestra unión, rogad los dos al Señor del cielo para que tenga misericordia de vosotros y os proteja. No temas, pues ella estaba destinada para ti desde toda la eternidad; tú la salvarás, irá contigo y tendrás de ella hijos, que serán para ti como hermanos. No te preocupes".





“Pense na felicidade que está reservada para nós no Paraíso”. São Padre Pio de Pietrelcina