16. Tobit, contento y bendiciendo a Dios, salió al encuentro de su nuera a la puerta de Nínive. Los que le veían caminar, firme y sin que nadie le ayudase, quedaban maravillados. Tobit confesaba delante de todos que Dios había tenido compasión de él y le había curado.





“Não se aflija a ponto de perder a paz interior. Reze com perseverança, com confiança, com calma e serenidade.” São Padre Pio de Pietrelcina