Bíblia Católica
 

Tobías, 11

11. Tobías fue a su encuentro con la hiel del pez en la mano; le sopló en los ojos, lo abrazó y le dijo: "Ánimo, padre". Después le aplicó el remedio, que le provocó escozor.

Versículos relacionados com Tobías, 11:

Tobias 11 cuenta la historia de que Tobias y Sara se casan y la cura de la ceguera del padre de Tobias mediante el uso de la agallada del pez que había capturado. Algunos temas que se pueden abordar en este capítulo incluyen el matrimonio, la curación divina y la importancia de mantener la fe en Dios. A continuación hay cinco versos relacionados con estos temas:

Génesis 2:24: "Por esta razón, el hombre dejará a Padre y Madre y se unirá a su esposa, y se convertirán en una sola carne". Este versículo habla sobre el matrimonio y la unión entre el hombre y la mujer.

Santiago 5:15: "Y la oración con fe sanará a los enfermos, y el Señor lo criará; y si ha cometido pecados, serán perdonados". Este versículo habla sobre la curación divina a través de la oración y la fe en Dios.

Mateo 19:6: "Entonces ya no son dos, sino una carne. Por lo tanto, lo que Dios ha unido, nadie lo separa". Este versículo habla sobre la importancia de la unión matrimonial y el compromiso entre la pareja.

Juan 14:1: "Tu corazón no es rechazado; crees en Dios, también crees en mí". Este versículo habla sobre mantener la fe en Dios, incluso ante dificultades e incertidumbres.

Santiago 1:6: "Pero pregúntale, con fe, sin dudar; porque el que duda es similar a la ola del mar, que es tomada y agitada por el viento". Este versículo habla sobre la importancia de tener fe en Dios y no dudar de su capacidad para realizar milagros y curaciones.





“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina