Salmos, 80
18. Pon tu mano sobre el hombre de tu diestra, sobre el hijo del hombre que tú has fortalecido,
18. Pon tu mano sobre el hombre de tu diestra, sobre el hijo del hombre que tú has fortalecido,
El Salmo 80 es un poema que requiere restauración y salvación. El salmista se dirige a Dios como el pastor de Israel y le pide que salve a su pueblo de la opresión y la aflicción. El poema termina con una oración por la restauración de la nación, que había sido destruido por los enemigos. Luego hay cinco versos seleccionados en orden de proximidad a los temas del capítulo, pero excluyendo los versos del Salmo 80:
Isaías 40:11: "Como pastor, alimentará a su rebaño; entre sus brazos recogerá los corderos y los llevará a su regazo; los que amamantan los guiarán suavemente". Este versículo describe a Dios como un pastor que cuida a su rebaño con amor y compasión, que es similar a la imagen del pastor de Israel en el Salmo 80.
Jeremías 31:18: "Ciertamente, escuché a Efraín lamentarse como este: me has castigado y fuiste castigado como un toro que aún no se domestica; me restauro, y seré restaurado, porque tú eres el Señor, mi Dios. " Este versículo muestra la oración de arrepentimiento y solicitud de restauración de Efraín, un nombre que a menudo se usa para referirse a Israel, que es similar a la oración del salmista por la restauración en el Salmo 80.
Ezequiel 34:11: "Porque así dice el Señor Dios, he aquí, buscaré mis ovejas y las buscaré". Este versículo también describe a Dios como un pastor que busca sus ovejas perdidas, mostrando su compasión y cuidado por su pueblo.
Zacarías 10:6: "Porque fortalezco la casa de Judá, y mantengo la casa de José, y los hago regresar, porque voy a ellos; y serán como si no los hubiera rechazado; porque yo soy el Señor , Su Dios, y los escucharé ". Este versículo habla sobre la compasión de Dios y su promesa de restaurar a su pueblo, que es similar a la oración salvación y restauración en el Salmo 80.
Romanos 8:23-24: "Y no solo ella, sino a nosotros mismos, a quienes tenemos los primeros frutos del Espíritu, también gemidos en nosotros mismos, esperando la adopción, a saber, la redención de nuestro cuerpo. Porque con la esperanza hemos sido salvados. " Este versículo habla sobre la esperanza de la salvación y la redención, que es un tema central del Salmo 80, donde el salvación pide la salvación y la restauración de la nación.
“Quando a videira se separa da estaca que a sustenta, cai, e ao ficar na terra apodrece com todos os cachos que possui. Alerta, portanto, o demônio não dorme!” São Padre Pio de Pietrelcina
