2. Se le acercaron unos fariseos y le preguntaron con intención de tentarlo: "¿Le está permitido al hombre separarse de su mujer?".





“Queira o dulcíssimo Jesus conservar-nos na Sua graça e dar-nos a felicidade de sermos admitidos, quando Ele quiser, no eterno convívio…” São Padre Pio de Pietrelcina