22. Lo hicieron, y cuando llegó el momento en que comenzó a brillar el sol, que había estado velado por nubes hasta entonces, se encendió un fuego grande, tanto que todos quedaron estupefactos.





“Que o Espírito Santo guie a sua inteligência, faça-o descobrir a verdade escondida na Sagrada Escritura e inflame a sua vontade para praticá-la.” São Padre Pio de Pietrelcina