9. Goza, joven, de tu mocedad, y que tu corazón disfrute en los días de tu juventud. Sigue los caminos de tu corazón y los deseos de tus ojos. Pero sabe que de todo esto Dios te pedirá cuentas.





“Para consolar uma alma na sua dor, mostre-lhe todo o bem que ela ainda pode fazer.” São Padre Pio de Pietrelcina