36. A los que quedaren de vosotros, les infundiré pánico en sus corazones, en el país de sus enemigos; el ruido de una hoja caída los ahuyentará, huirán como quien huye de la espada, y caerán sin que nadie los persiga.





“O amor e o temor devem sempre andar juntos. O temor sem amor torna-se covardia. São Padre Pio de Pietrelcina