12. Entonces David fue a recoger los huesos de Saúl y los huesos de su hijo Jonatán, de entre los vecinos de Yabés de Galaad que los habían hurtado de la explanada de Betsán, donde los filisteos los habían colgado el día que mataron a Saúl en Gelboé;





“O amor nada mais é do que o brilho de Deus nos homens”. São Padre Pio de Pietrelcina