1. Aunque hable las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo amor, no soy más que una campana que toca o unos platillos que resuenan.

2. Aunque tenga el don de profecía y conozca todos los misterios y toda la ciencia, y aunque tenga tanta fe que traslade las montañas, si no tengo amor, no soy nada.

3. Aunque reparta todos mis bienes entre los pobres y entregue mi cuerpo a las llamas, si no tengo amor, de nada me sirve.

4. El amor es paciente, es servicial; el amor no tiene envidia, no es presumido ni orgulloso;

5. no es grosero ni egoísta, no se irrita, no toma en cuenta el mal;

6. el amor no se alegra de la injusticia; se alegra de la verdad.

7. Todo lo excusa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo tolera.

8. El amor nunca falla. Desaparecerán las profecías, las lenguas cesarán y tendrá fin la ciencia.

9. Nuestra ciencia es imperfecta, e imperfecta también nuestra profecía.

10. Cuando llegue lo perfecto, desaparecerá lo imperfecto.

11. Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, razonaba como niño. Cuando llegué a hombre, desaparecieron las cosas de niño.

12. Ahora vemos como por medio de un espejo, confusamente; entonces veremos cara a cara. Ahora conozco de una manera imperfecta; entonces conoceré de la misma manera que Dios me conoce a mí.

13. Tres cosas hay que permanecen: la fe, la esperanza y el amor. Pero la más grande de las tres es el amor.





“O demônio é forte com quem o teme, mas é fraquíssimo com quem o despreza.” São Padre Pio de Pietrelcina