1. Me dijo: "Hijo de hombre, ponte de pie, te voy a hablar".

2. En el mismo momento en que me habla, entra en mí un espíritu y me hace ponerme de pie; .

3. entonces oigo que me dice: "Hijo de hombre, te envío donde los Israelitas, a un pueblo de rebeldes que se han rebelado contra mí; ellos y sus padres me han sido infieles hasta el día de hoy.

4. Te envío donde esa raza de cabezas duras y de corazones obstinados para que les digas: ¡Esta es la palabra de Yavé...!

5. Te escucharán o no te escucharán - porque son una raza de rebeldes - pero sabrán que hay un profeta en medio de ellos.

6. Y tú, hijo de hombre, no les temas, no temas a sus amenazas; serán para ti como zarzas u ortigas, como un escorpión donde te hayas sentado. No tengas miedo de sus palabras, no temas ante ellos: ¡no son más que una raza de rebeldes!

7. Les transmitirás mis palabras, te escuchen o no, porque son una raza de rebeldes.

8. Ahora, hijo de hombre, escucha lo que te voy a decir, no te rebeles como esa raza de rebeldes, sino que abre la boca y come lo que te doy."

9. Miré: hacia mí se tendió una mano que sostenía el rollo del libro.

10. Lo desenrolló ante mí; estaba escrito al revés y al derecho, y sólo eran cantos fúnebres, lamentaciones y gemidos.





“Padre Pio disse a um filho espiritual: Trabalhe! Ele perguntou: No que devo trabalhar, Padre? Ele respondeu: Em amar sempre mais a Jesus!” São Padre Pio de Pietrelcina