1. Entonces le enviaron mensajeros para decirle en son de paz:

2. «Nosotros, siervos del gran rey Nabucodonosor, nos postramos ante ti. Trátanos como mejor te parezca.

3. Nuestras granjas y todo nuestro territorio, nuestros campos de trigo, los rebaños de ovejas y bueyes, todas las majadas de nuestros campamentos, están a tu disposición. Haz con ellos lo que quieras.

4. También nuestras ciudades y los que las habitan son siervos tuyos. Ven, dirígete a ellas y haz lo que te parezca bien.»

5. Los enviados se presentaron ante Holofernes y le comunicaron estas palabras.

6. Entonces él bajó con todo su ejército al litoral, puso guarniciones en las ciudades altas, y les tomó los mejores hombres en calidad de tropas auxiliares.

7. Los habitantes de las ciudades y todos los de los contornos salieron a recibirle con coronas y danzando al son de tambores.

8. El saqueó sus santuarios y taló sus bosques sagrados, pues había recibido la orden de destruir todas las divinidades del país para que todas las gentes adorasen únicamente a Nabucodonosor y todas las lenguas y todas las tribus le proclamasen dios.

9. Llegó después frente a Esdrelón, junto a Dotán, que está ante la gran sierra montañosa de Judea,

10. acamparon entre Gueba y Escitópolis y se detuvo allí un mes, haciendo acopio de provisiones para su ejército.





“A pessoa que nunca medita é como alguém que nunca se olha no espelho e, assim, não se cuida e sai desarrumada. A pessoa que medita e dirige seus pensamentos a Deus, que é o espelho de sua alma, procura conhecer seus defeitos, tenta corrigi-los, modera seus impulsos e põe em ordem sua consciência.” São Padre Pio de Pietrelcina