1. ¡Aleluya! Alaben a Dios en su Santuario, alábenlo en su poderoso firmamento;

2. Alábenlo por sus grandes proezas, alábenlo por su inmensa grandeza,

3. Alábenlo con toques de trompeta, alábenlo con el arpa y la cítara;

4. alábenlo con tambores y danzas, alábenlo con laudes y flautas.

5. Alábenlo con platillos sonoros, alábenlo con platillos vibrantes,

6. ¡Que todos los seres vivientes alaben al Señor! ¡Aleluya!





“A pessoa que nunca medita é como alguém que nunca se olha no espelho e, assim, não se cuida e sai desarrumada. A pessoa que medita e dirige seus pensamentos a Deus, que é o espelho de sua alma, procura conhecer seus defeitos, tenta corrigi-los, modera seus impulsos e põe em ordem sua consciência.” São Padre Pio de Pietrelcina