Löydetty 24085 Tulokset: él

  • En el principio creó Dios los cielos y la tierra. (Génesis 1, 1)

  • La tierra era caos y confusión y oscuridad por encima del abismo, y un viento de Dios aleteaba por encima de las aguas. (Génesis 1, 2)

  • E hizo Dios el firmamento; y apartó las aguas de por debajo del firmamento, de las aguas de por encima del firmamento. Y así fue. (Génesis 1, 7)

  • Y llamó Dios al firmamento «cielos». Y atardeció y amaneció: día segundo. (Génesis 1, 8)

  • Dijo Dios: «Acumúlense las aguas de por debajo del firmamento en un solo conjunto, y déjese ver lo seco»; y así fue. (Génesis 1, 9)

  • Dijo Dios: «Haya luceros en el firmamento celeste, para apartar el día de la noche, y valgan de señales para solemnidades, días y años; (Génesis 1, 14)

  • y valgan de luceros en el firmamento celeste para alumbrar sobre la tierra.» Y así fue. (Génesis 1, 15)

  • Hizo Dios los dos luceros mayores; el lucero grande para el dominio del día, y el lucero pequeño para el dominio de la noche, y las estrellas; (Génesis 1, 16)

  • y púsolos Dios en el firmamento celeste para alumbrar sobre la tierra, (Génesis 1, 17)

  • y para dominar en el día y en la noche, y para apartar la luz de la oscuridad; y vio Dios que estaba bien. (Génesis 1, 18)

  • Dijo Dios: «Bullan las aguas de animales vivientes, y aves revoloteen sobre la tierra contra el firmamento celeste.» (Génesis 1, 20)

  • Hizo Dios las alimañas terrestres de cada especie, y las bestias de cada especie, y toda sierpe del suelo de cada especie: y vio Dios que estaba bien. (Génesis 1, 25)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina