Tobías, 2
14. Ella me respondió: «Es un regalo que agregaron a mi sueldo.» Yo no creí y me enojé con ella, ordenándole que lo devolviera a sus dueños. Entonces ella me replicó: «¿Dónde están tus limosnas? ¿Dónde tus buenas obras? Contigo hay que soportarlo todo.»