Job, 31
31. Decían las gentes de mi casa: ¿Hay alguien que no se haya saciado en su mesa?
31. Decían las gentes de mi casa: ¿Hay alguien que no se haya saciado en su mesa?
“Você teme um homem,um pobre instrumento nas mãos de Deus, mas não teme a justiça divina?” São Padre Pio de Pietrelcina