13. Yo exclamé: ¡Señor Yavé! Mira cómo los profetas andan diciendo: «Ustedes no verán la espada, ni sufrirán de hambre, sino que les voy a dar una paz que dure, en este lugar.»





“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina