1. en el mes séptimo, el día veinticuatro del mes, llegó esta palabra del Señor por medio del profeta Ageo:

2. "Di a Zorobabel, hijo de Sealtiel, gobernador de Judá; a Josué, hijo de Yehosadac, sumo sacerdote, y al resto del pueblo lo siguiente:

3. ¿Quién queda de entre vosotros que haya visto esta casa en su esplendor primero? ¿Y cómo la veis ahora? ¿No es como nada ante vuestros ojos?

4. Pero ahora, ten ánimo, Zorobabel, dice el Señor; ten ánimo, Josué, hijo de Yehosadac, sumo sacerdote; ten ánimo, pueblo todo de la tierra, dice el Señor. Trabajad, porque yo estoy con vosotros, palabra del Señor todopoderoso.

5. Empeñé mi palabra al sacaros de Egipto, y mi Espíritu estará en medio de vosotros; no temáis.

6. Porque esto dice el Señor todopoderoso: Dentro de poco conmoveré los cielos y la tierra, el mar y el desierto.

7. Haré temblar a todas las naciones para que traigan los tesoros de todas las gentes, y colmaré de gloria esta casa, dice el Señor todopoderoso.

8. Mía es la plata y mío es el oro, dice el Señor todopoderoso.

9. La gloria de esta casa última será mayor que la de la primera, dice el Señor todopoderoso; y en este lugar daré la paz, dice el Señor todopoderoso".

10. El día veinticuatro del mes noveno, del año segundo de Darío, fue dirigida al profeta Ageo esta palabra del Señor:

11. "Esto dice el Señor todopoderoso: Haz esta consulta a los sacerdotes:

12. Si uno lleva carne santificada en la parte extrema de su vestido y toca con su vestido pan, alimentos cocidos, vino, aceite o cualquier clase de alimentos, ¿será esto santificado?". Los sacerdotes respondieron: "No".

13. Ageo prosiguió: "Si uno, impuro por el contacto con un cadáver, toca cualquiera de estas cosas, ¿serían impuras?". Los sacerdotes respondieron: "Sí".

14. Entonces Ageo dijo: "Esto le pasa a este pueblo, a esta nación delante de mí, palabra del Señor; esto le pasa a todo lo que hacen: todo lo que allí ofrecen es impuro.

15. Y ahora estad atentos desde hoy en adelante. Antes de poner una piedra sobre otra en el templo del Señor,

16. ¿cuál era vuestra situación? Veníais a un muelo de trigo de veinte medidas, y sólo había diez; veníais al lagar para sacar cincuenta, y sólo había veinte.

17. Yo herí con tizón, añublo y granizo todas vuestras labores, y sin embargo no volvisteis a mí, palabra del Señor.

18. Estad, pues, atentos de ahora en adelante -a partir del veinticuatro del mes noveno-; desde el día en que se pusieron los cimientos del templo del Señor, estad atentos:

19. a ver si sigue faltando el grano en el granero, y si la vid, la higuera, el granado y el olivo no llevan fruto. Porque a partir de hoy yo os doy la bendición".

20. El mismo día veinticuatro fue dirigida a Ageo por segunda vez esta palabra del Señor:

21. "Di a Zorobabel, gobernador de Judá: Yo conmoveré los cielos y la tierra.

22. Cambiaré los tronos de los reinos y destruiré el poder de los reyes de las naciones. Volcaré los carros de guerra y a sus conductores; caballos y jinetes caerán cada uno por la espada de su hermano.

23. En aquel día, palabra del Señor todopoderoso, te tomaré a ti, Zorobabel, hijo de Sealtiel, mi siervo, dice el Señor, y haré de ti como un anillo de sellar; porque yo te he elegido, dice el Señor todopoderoso".





“Mesmo quando perdemos a consciência deste mundo, quando parecemos já mortos, Deus nos dá ainda uma chance de entender o que é realmente o pecado, antes de nos julgar. E se entendemos corretamente, como podemos não nos arrepender?” São Padre Pio de Pietrelcina