2. Puse al frente de Jerusalén a mi hermano Jananí, y designé a Ananías comandante de la ciudadela, porque era un hombre de confianza y temeroso de Dios, más que muchos otros.





“O demônio é forte com quem o teme, mas é fraquíssimo com quem o despreza.” São Padre Pio de Pietrelcina