10. ¡Y tú no temas, servidor mío Jacob, -oráculo del Señor- no te espantes, Israel! Porque yo te salvaré de un país lejano, y a tu descendencia, del país de su cautiverio. Jacob volverá y vivirá en calma, tranquilo y sin que nadie lo perturbe.





“Temos muita facilidade para pedir, mas não para agradecer”. São Padre Pio de Pietrelcina