28. ¿Dónde están tus dioses, esos que te has fabricado? ¡Que se levanten, si es que pueden salvarte en el tiempo de tu desgracia! Porque tan numerosos como tus ciudades son tus dioses, Judá.





“Pode-se manter a paz de espírito mesmo no meio das tempestades da vida”. São Padre Pio de Pietrelcina