27. Al ver esto, Ocozías, rey de Judá, huyó por el camino de Bet Hagán. Jehú se lanzó en persecución de él, y ordenó: "¡Hiéranlo también a él!". Lo hirieron sobre su carro, en la cuesta de Gur, que está cerca de Ibleám, y él huyó a Meguido, donde murió.





“O santo silêncio nos permite ouvir mais claramente a voz de Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina