II Pedro, 2
4. Porque Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que los precipitó en el infierno y los sumergió en el abismo de las tinieblas, donde están reservados para el Juicio.
4. Porque Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que los precipitó en el infierno y los sumergió en el abismo de las tinieblas, donde están reservados para el Juicio.
El Capítulo 2 de 2 Peter trata principalmente de falsos profetas y maestros que surgirían entre el pueblo cristiano, trayendo herejías y promoviendo la liberación. Negarían la soberanía y la redención de Dios en Jesucristo, lo que lleva a muchos a seguir sus prácticas perniciosas. A continuación hay cinco versículos relacionados con estos temas, excluyendo los versos de 2 San Pedro 2:
Mateo 7:15: "Tenga cuidado con los falsos profetas, que se les presentan disfrazados en ovejas, pero en el interior son lobos robados". Jesucristo advirtió a sus discípulos sobre la presencia de falsos profetas, que se presentarían como líderes espirituales, pero que realmente tratarían de desviar a las personas de la verdad.
2 Corintios 11:13-15: "Para tales apóstoles falsos son trabajadores fraudulentos, convirtiéndose en los apóstoles de Cristo. Y no es para admirar, porque el mismo Satanás se convierte estará de acuerdo con sus obras ". El apóstol Pablo también advirtió sobre la presencia de falsos apóstoles, que fingieron ser enviados por Cristo, pero en realidad eran decatorios que intentaron engañar al pueblo de Dios.
1 Juan 4:1: "Amado, no creas en todos los espíritu, pero demuestren si los espíritus provienen de Dios, porque muchos falsos profetas han salido alrededor del mundo". El apóstol Juan también instruyó a los cristianos a examinar cuidadosamente las enseñanzas que escucharon para verificar si vinieron de Dios o falsos profetas.
1 Timothy 4:1: "Ahora el Espíritu dice expresamente que en los últimos tiempos algunos apostatizarán la fe porque obedecen a los espíritus engañosos y las enseñanzas de los demonios". El apóstol Pablo nuevamente advirtió sobre la presencia de falsas enseñanzas que serían promovidas por personas que no siguieron a Dios, sino a espíritus engañosos y enseñanzas demoníacas.
Judas 1:4: Para ciertos hombres, cuya condena había sido sentenciada por mucho tiempo, se han infiltrado entre ustedes. Estos son malvados, que transforman la gracia de nuestro Dios en la liberación y niegan a Jesucristo, nuestro único soberano y señor ". El libro de Judas también habla sobre la presencia de maestros falsos que negaron la verdad sobre Jesucristo y promovieron las prácticas libertinas.
“Jesus e a sua alma devem cultivar a vinha de comum acordo.” São Padre Pio de Pietrelcina
