19. Por eso, así habla el Señor: Voy a entregar la tierra de Egipto al rey de Babilonia. Él se llevará sus riquezas, saqueará sus despojos y se apoderará del botín, que servirá de recompensa para su ejército.





“É necessário manter o coração aberto para o Céu e aguardar, de lá, o celeste orvalho.” São Padre Pio de Pietrelcina