Encontrados 64 resultados para: verlo

  • El arco iris aparecerá en las nubes, y yo, al verlo, me acordaré de mi pacto perpetuo entre Dios y todos los seres vivientes de la tierra". (Génesis 9, 16)

  • Al verlo venir desde lejos, antes de que llegara hasta ellos, conspiraron contra él para darle muerte. (Génesis 37, 18)

  • José hizo enganchar su carro y salió al encuentro de su padre, Israel, a Gosen. Al verlo, se echó a su cuello y lloró largamente abrazado a él. (Génesis 46, 29)

  • El Señor le dijo: "Tíralo a tierra". Él lo tiró y se convirtió en serpiente. Al verlo Moisés huyó. (Exodo 4, 3)

  • Y añadió: "Pero mi rostro no puedes verlo. Nadie puede verme y quedar con vida". (Exodo 33, 20)

  • si le tira una piedra capaz de producirle la muerte, sin verlo, y la muerte se sigue, sin que fuera su enemigo ni quisiera hacerle daño alguno, (Números 35, 23)

  • El pueblo, al verlo, alababa a su dios, gritando: "Nuestro dios ha puesto en nuestras manos a Sansón, nuestro enemigo, que asolaba nuestros campos y mató a tantos de los nuestros". (Jueces 16, 24)

  • el suegro, al verlo, lo recibió con alegría y lo hizo quedarse con ellos. El levita y su criado estuvieron allí tres días, comiendo, bebiendo y durmiendo. (Jueces 19, 4)

  • Jazael fue a verlo llevando consigo lo mejor de Damasco: una carga de cuarenta camellos. Llegó ante él y dijo: "Tu hijo, Ben Hadad, rey de Siria, me ha enviado a ti para preguntarte si se curará de la enfermedad". (II Reyes 8, 9)

  • Eliseo estaba enfermo de muerte. Joás, rey de Israel, fue a visitarlo; al verlo, se echó a llorar y decía: "¡Padre mío, padre mío, carro y caballería de Israel!". (II Reyes 13, 14)

  • Le respondió: "Deja esos pensamientos, mujer. Sano y salvo ha marchado nuestro hijo, y sano y salvo volverá, y entonces tus ojos podrán verlo con buena salud. (Tobías 5, 21)

  • Sí, es inútil tu esperanza, porque tan sólo el verlo aterra. (Job 41, 1)


“Resigna-te a ser neste momento uma pequena abelha. E enquanto esperas ser uma grande abelha, ágil, hábil, capaz de fabricar bom mel, humilha-te com muito amor perante Deus e os homens, pois Deus fala aos que se mantêm diante dele humildemente”. São Padre Pio de Pietrelcina