Encontrados 149 resultados para: siguiente

  • Al día siguiente, la mayor dijo a la menor: "La noche pasada dormí yo con mi padre; emborrachémosle también esta noche y te acuestas tú con él, y así tendremos descendencia de nuestro padre". (Génesis 19, 34)

  • Comieron y bebieron él y sus acompañantes, y pasaron allí la noche. A la mañana siguiente, cuando se levantaron, él dijo: "Dejadme volver a mi amo". (Génesis 24, 54)

  • A la mañana siguiente se levantaron de madrugada y se prestaron juramento mutuamente. Isaac los despidió, y ellos se fueron en paz. (Génesis 26, 31)

  • A la mañana siguiente Jacob se dio cuenta que era Lía, y dijo a Labán: "¿Qué es lo que me has hecho? ¿No te he servido yo por Raquel? ¿Por qué me has engañado?". (Génesis 29, 25)

  • Cuando a la mañana siguiente José fue a buscarlos, se dio cuenta de que estaban tristes; (Génesis 40, 6)

  • A la mañana siguiente el Faraón, muy turbado, mandó llamar a todos los adivinos y a todos los sabios de Egipto y les contó su sueño, pero nadie pudo explicárselo. (Génesis 41, 8)

  • El Faraón dijo a José: "Di a tus hermanos: Haced lo siguiente: cargad vuestros asnos y volved a la tierra de Canaán. (Génesis 45, 17)

  • Pasado aquel año, volvieron al año siguiente y le dijeron: "No podemos ocultar a nuestro señor que se nos ha acabado el dinero; también el ganado es ya de nuestro señor y ahora no nos queda para nuestro señor sino nuestro cuerpo y nuestras tierras. (Génesis 47, 18)

  • Salió también al día siguiente. Vio a dos hebreos riñendo, y dijo al agresor: "¿Por qué golpeas a tu prójimo?". (Exodo 2, 13)

  • Al día siguiente lo llevó a cabo: todo el ganado de los egipcios murió, pero el de los israelitas no murió ni uno siquiera. (Exodo 9, 6)

  • No dejaréis nada de él para la mañana siguiente; si queda algo, lo quemáis. (Exodo 12, 10)

  • Tomad un manojo de hisopo, mojadlo en la sangre recogida en una cubetilla, untad con ella el dintel y las jambas y que nadie salga de su casa hasta la mañana siguiente. (Exodo 12, 22)


“A maior caridade é aquela que arranca as pessoas vencidas pelo demônio, a fim de ganhá-las para Cristo. E isso eu faço assiduamente, noite e dia.” São Padre Pio de Pietrelcina