Encontrados 13 resultados para: segura

  • Ahora bien, os pido que me juréis por el Señor que, de la misma manera que yo os he tratado bien, así también vosotros trataréis bien a mi familia, y que me deis una señal segura de que (Josué 2, 12)

  • pero tu providencia, oh Padre, va al timón; porque hasta en el mar trazaste camino y senda segura entre las olas, (Sabiduría 14, 3)

  • Contempla a Sión, la ciudad de nuestras fiestas; tus ojos verán a Jerusalén, como mansión segura, tienda que no se arranca; no se moverán jamás sus estacas, ni se romperá ninguna de sus cuerdas. (Isaías 33, 20)

  • Escucha, pues, ahora, voluptuosa, tú que te sientes segura y dices en tu corazón: Yo y nadie fuera de mí; no quedaré viuda, ni perderé a mis hijos. (Isaías 47, 8)

  • Te sentías segura en tu maldad; pensabas: No hay quien me vea. Tu sabiduría y tu ciencia te han perdido. Pensabas en tu corazón: Yo, y nadie más fuera de mí. (Isaías 47, 10)

  • Yo exclamé: "¡Ah, Señor Dios! Mira que los profetas les dicen: No veréis la espada ni sufriréis hambre, sino que os daré una paz segura en este lugar". (Jeremías 14, 13)

  • Porque Dios ha ordenado que sean rebajados todo monte elevado y los collados eternos, y colmados los valles hasta allanar la tierra, para que Israel camine segura bajo la gloria de Dios. (Baruc 5, 7)

  • El vendedor no recuperará lo vendido aunque quede entre los vivos, porque no será revocada la sentencia contra toda su multitud. Nadie tiene segura su vida a causa de sus crímenes. (Ezequiel 7, 13)

  • Aquel día saldrán mensajeros de parte mía en navíos a sembrar el terror en Etiopía, que se cree segura; el terror invadirá a sus habitantes el día de Egipto; vedle aquí que llega. (Ezequiel 30, 9)

  • Cuando un hombre fuerte y armado guarda su palacio, está segura su hacienda. (Lucas 11, 21)

  • él, al recibir tal orden, los metió en la celda más segura, y sujetó sus pies en el cepo. (Hechos 16, 24)

  • Tuvimos como segura la sentencia de muerte, para que no confiemos en nosotros mismos, sino en Dios, que resucitará a los muertos. (II Corintios 1, 9)


“Não abandone sua alma à tentação, diz o Espírito Santo, já que a alegria do coração é a vida da alma e uma fonte inexaurível de santidade.” São Padre Pio de Pietrelcina