Encontrados 17 resultados para: respondía

  • Las gentes del lugar le preguntaban si Rebeca era su mujer, y él respondía que era su hermana, pues tenía miedo de decir que era su mujer; porque como Rebeca era muy bella, pensaba que aquellos hombres podían matarle. (Génesis 26, 7)

  • Y María les respondía: "Cantad al Señor, que se cubrió de gloria: ¡Caballo y caballero precipitó en el mar!". (Exodo 15, 21)

  • El sonido de la trompeta se iba haciendo cada vez más fuerte. Moisés hablaba, y Dios le respondía con el trueno. (Exodo 19, 19)

  • Y si alguno le decía: "Primero deben quemarse las grasas; después toma lo que quieras", respondía: "No, dámelo ahora; si no, lo tomaré por la fuerza". (I Samuel 2, 16)

  • Y la gente le respondía lo mismo: "Esto se hará con el hombre que lo mate". (I Samuel 17, 27)

  • Cuando Aquís preguntaba: "¿Dónde habéis hecho incursión hoy?", David respondía: "En el Negueb de Judá, en el Negueb de Yerajmeel, en el Negueb de los quenitas". (I Samuel 27, 10)

  • Absalón se levantaba pronto, se ponía junto al camino que lleva a la puerta y, cuando un hombre tenía un pleito que le llevaba ante el rey para el juicio, le llamaba y le decía: "¿De qué ciudad eres?". Él respondía: "Tu servidor es de tal tribu de Israel". (II Samuel 15, 2)

  • ¡Vive el Señor, tu Dios!, que no hay pueblo ni reino donde mi amo no haya mandado a buscarte, y cuando se respondía que no estabas allí, hacía jurar a aquel reino o pueblo que no te había encontrado; (I Reyes 18, 10)

  • Les entregaron el novillo que eligieron, lo prepararon y se pusieron a invocar el nombre de Baal desde la mañana hasta el mediodía, diciendo: "¡Oh, Baal, respóndenos!". Pero no se oía voz alguna, ni nadie respondía. Y ellos continuaban danzando en torno al altar que habían hecho. (I Reyes 18, 26)

  • Pasado el mediodía, continuaron en su paroxismo hasta la hora de la ofrenda del sacrificio. Pero no se oía voz alguna, ni nadie respondía ni hacía caso. (I Reyes 18, 29)

  • Alababan y daban gracias al Señor, y se respondía: "Porque es bueno, porque es eterno su amor a Israel". Y todo el pueblo prorrumpía en fuertes gritos de júbilo alabando al Señor porque se habían echado los cimientos del templo del Señor. (Esdras 3, 11)

  • Ella le respondía: "¡Que no me preocupe, cuando ha muerto mi hijo!...". Todos los días salía a las afueras y oteaba el camino por donde había marchado su hijo. De nadie se fiaba. Al caer la tarde, volvía a casa, y durante la noche suspiraba y lloraba, sin poder dormir. (Tobías 10, 7)


“Lembre-se de que você tem no Céu não somente um pai, mas também uma Mãe”. São Padre Pio de Pietrelcina