Encontrados 33 resultados para: regalo

  • Y dijo: "Dios me ha hecho un buen regalo. Esta vez sí que se quedará conmigo mi marido, porque le he dado seis hijos". Y le llamó Zabulón. (Génesis 30, 20)

  • Y pasó allí aquella noche. Después tomó de lo que traía para hacer un regalo a su hermano Esaú: (Génesis 32, 14)

  • le responderás: Es de tu siervo Jacob; un regalo que envía a mi señor, Esaú, y él mismo viene también detrás de nosotros". (Génesis 32, 19)

  • y diréis también: tu siervo Jacob viene detrás de nosotros". Pues se había dicho a sí mismo: "Primero le apaciguaré con el regalo que le mando, después me presentaré a él, y espero que me haga buena acogida". (Génesis 32, 21)

  • Jacob continuó: "No, por favor, si he hallado gracia a tus ojos, acepta de mi mano ese regalo, porque me he presentado a ti como uno se presenta ante Dios y tú me has recibido bien. (Génesis 33, 10)

  • Acepta, pues, el regalo que te traigo, porque Dios me ha favorecido y tengo abundancia de todo". Y tanto porfió que Esaú aceptó. (Génesis 33, 11)

  • Israel, su padre, les dijo: "Ya que así tiene que ser, hacedlo; tomad en vuestro equipaje de lo mejor de la tierra y llevádselo a aquel hombre como regalo: bálsamo y miel, aromas y mirra, nueces y almendras. (Génesis 43, 11)

  • Ellos prepararon el regalo esperando que José llegara al mediodía, pues habían oído que iban a comer allí. (Génesis 43, 25)

  • Cuando José entró en la casa, le ofrecieron el regalo que tenían consigo y se postraron en tierra. (Génesis 43, 26)

  • No aceptarás regalos, porque el regalo ciega incluso a los que tienen la vista clara y pervierte las palabras de los justos. (Exodo 23, 8)

  • sino que le darás a título de regalo algo de tu ganado, de tu era o de tu lagar, haciéndole partícipe en los bienes con que el Señor, tu Dios, te bendice a ti. (Deuteronomio 15, 14)

  • El rey Salomón, por su parte, dio a la reina de Sabá todo lo que ella quiso, aparte de lo que le regaló con la munificencia propia del rey Salomón. La reina se despidió y, con su séquito, emprendió el viaje de regreso a su país. (I Reyes 10, 13)


“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina