Encontrados 27 resultados para: quemará

  • En él quemará Aarón el incienso; lo quemará todas las mañanas al preparar las lámparas, (Exodo 30, 7)

  • Lavará con agua las entrañas y las patas, y el sacerdote lo quemará todo sobre el altar: es un holocausto, una ofrenda quemada, un perfume agradable al Señor. (Levítico 1, 9)

  • Lavará con agua las entrañas y las patas, y el sacerdote lo quemará todo sobre el altar: es un holocausto, una ofrenda quemada, un perfume agradable al Señor. (Levítico 1, 13)

  • El sacerdote presentará la víctima en el altar, le arrancará la cabeza, que quemará sobre el altar, y exprimirá su sangre sobre la pared del altar; (Levítico 1, 15)

  • Partirá el animal en dos mitades, un ala por cada lado, sin separarlas totalmente, y el sacerdote lo quemará sobre la leña que arde encima del fuego que está sobre el altar: es un holocausto, una ofrenda quemada, un perfume agradable al Señor. (Levítico 1, 17)

  • La presentará a los hijos de Aarón, los sacerdotes; tomará un puñado de flor de harina con aceite y todo el incienso, y el sacerdote lo quemará sobre el altar como memorial. Es una ofrenda quemada, un perfume agradable al Señor. (Levítico 2, 2)

  • El sacerdote separará de la ofrenda una parte como memorial y lo quemará sobre el altar. Es una ofrenda quemada, un perfume agradable al Señor. (Levítico 2, 9)

  • Como memorial, el sacerdote quemará una parte de los granos triturados, el aceite con todo el incienso. Es una ofrenda quemada en honor del Señor. (Levítico 2, 16)

  • El sacerdote lo quemará sobre el altar. Es un alimento quemado en honor del Señor. (Levítico 3, 11)

  • El sacerdote lo quemará sobre el altar. Es un alimento quemado, un perfume agradable. Las grasas pertenecen en su totalidad al Señor. (Levítico 3, 16)

  • de la misma manera que fue tomada en el novillo del sacrificio de reconciliación, y el sacerdote lo quemará sobre el altar de los holocaustos. (Levítico 4, 10)

  • Tomará todas las grasas del novillo y las quemará sobre el altar; (Levítico 4, 19)


“Onde não há obediência, não há virtude. Onde não há virtude, não há bem, não há amor; e onde não há amor, não há Deus; e sem Deus não se chega ao Paraíso. Tudo isso é como uma escada: se faltar um degrau, caímos”. São Padre Pio de Pietrelcina