Encontrados 16 resultados para: presentarse

  • pero queda una inflamación blanquecina o una mancha de un blanco rosáceo, deberá presentarse al sacerdote. (Levítico 13, 19)

  • Moisés hizo lo que le había ordenado el Señor. Tomó a Josué, le hizo presentarse ante el sacerdote Eleazar y ante toda la comunidad, (Números 27, 22)

  • Todos los varones deberán presentarse tres veces al año ante el Señor, tu Dios, en el lugar elegido por él: en la fiesta de los panes sin levadura, en la fiesta de las semanas y en la fiesta de los tabernáculos. Nadie se presentará con las manos vacías ante el Señor, (Deuteronomio 16, 16)

  • Elías fue a presentarse a Ajab. Como el hambre arreciaba en Samaría, (I Reyes 18, 2)

  • Al cabo de siete años regresó del país de los filisteos y fue a presentarse ante el rey a reclamar su casa y su campo. (II Reyes 8, 3)

  • Cuando los jefes y el ejército se enteraron de que el rey de Babilonia había hecho gobernador a Godolías, fueron a presentarse a él en Mispá: Ismael, hijo de Netanías; Juan, hijo de Carej; Serayas, hijo de Tanjumet, el netofita; Yezanías, de Maacá, con sus hombres. (II Reyes 25, 23)

  • Tenían que presentarse diariamente, mañana y tarde, para dar gracias y alabar al Señor, (I Crónicas 23, 30)

  • Cada joven debía presentarse por turno al rey Asuero, pasados los doce meses exigidos por el tratamiento de belleza: seis meses para untarse con aceite de mirra, y otros seis con bálsamo y cosméticos. (Ester 2, 12)

  • Cuando pasaba al palacio real para presentarse al rey, cada joven podía llevar consigo del harén todo lo que quisiera. (Ester 2, 13)

  • Entraba por la tarde, y a la mañana era llevada al segundo harén, bajo la vigilancia de Saasgaz, eunuco del rey y guardián de las concubinas. No volvía a presentarse ante el rey, a no ser que él lo desease y fuese llamada nominalmente. (Ester 2, 14)

  • Un día que los hijos de Dios fueron a presentarse ante el Señor, fue también entre ellos Satán. (Job 1, 6)

  • Otro día en que los ángeles fueron a presentarse ante el Señor, se presentó también entre ellos Satán. (Job 2, 1)


“O amor sem temor torna-se presunção.” São Padre Pio de Pietrelcina