Encontrados 15 resultados para: predicación

  • Los hombres de Nínive se levantarán en el día del juicio con esta generación y la condenarán, porque se arrepintieron por la predicación de Jonás; y aquí hay algo que es más que Jonás. (Mateo 12, 41)

  • Los hombres de Nínive se levantarán en el día del juicio con esta generación y la condenarán, porque se arrepintieron por la predicación de Jonás, ¡y aquí hay algo que es más que Jonás!" (Lucas 11, 32)

  • Cuando Silas y Timoteo llegaron de Macedonia, Pablo se entregó por completo a la predicación de la palabra, proclamando ante los judíos que Jesús era el mesías. (Hechos 18, 5)

  • Pero no todos prestaron oído al evangelio, porque Isaías dice: Señor, ¿quién creyó en nuestra predicación? (Romanos 10, 16)

  • Por consiguiente, la fe proviene de la predicación; y la predicación es el mensaje de Cristo. (Romanos 10, 17)

  • Y mi palabra y mi predicación no se basaban en la elocuencia persuasiva de la sabiduría, sino en la demostración del poder del Espíritu, (I Corintios 2, 4)

  • Y si Cristo no ha resucitado, vana es nuestra predicación y vana nuestra fe. (I Corintios 15, 14)

  • Sabéis muy bien vosotros, filipenses, que al principio de la predicación del evangelio, cuando partí de Macedonia, ninguna iglesia tuvo conmigo cuenta de "haber" y "debe", a no ser vosotros solos; (Filipenses 4, 15)

  • Y vosotros habéis seguido mi ejemplo y el del Señor, recibiendo la predicación con el gozo del Espíritu Santo aun en medio de grandes tribulaciones, (I Tesalonicenses 1, 6)

  • En efecto, nuestra predicación no se basa en el error, en malas intenciones o en ánimo de engañar. (I Tesalonicenses 2, 3)

  • Precisamente para esto os llamó por nuestra predicación del evangelio, para que alcancéis la gloria de nuestro Señor Jesucristo. (II Tesalonicenses 2, 14)

  • Los presbíteros que cumplen bien su misión son merecedores de una doble remuneración, especialmente los que se ocupan de la predicación y la enseñanza. (I Timoteo 5, 17)


“Procuremos servir ao Senhor com todo o coração e com toda a vontade. Ele nos dará sempre mais do que merecemos.” São Padre Pio de Pietrelcina