Encontrados 14 resultados para: naturaleza

  • la naturaleza de los animales y los instintos de las fieras, la fuerza de los vientos y los razonamientos de los hombres, las variedades de las plantas y las virtudes de las raíces. (Sabiduría 7, 20)

  • Torpes por naturaleza son todos los hombres que han ignorado a Dios y por los bienes visibles no lograron conocer al que existe, ni considerando sus obras reconocieron al artífice de ellas, (Sabiduría 13, 1)

  • Y lo extraño era que en el agua, donde todo se apaga, el fuego se volvía más voraz, pues la naturaleza combate por los justos. (Sabiduría 16, 17)

  • pues la naturaleza, sometida a ti, su creador, despliega su energía para castigo de los injustos y se mitiga para bien de los que en ti confían. (Sabiduría 16, 24)

  • Porque toda la creación, obediente a tus mandatos, tomaba nuevas formas en su misma naturaleza, para que tus hijos fuesen guardados de todo mal. (Sabiduría 19, 6)

  • Vosotros sois hijos del diablo y queréis cumplir los deseos de vuestro padre. Él fue homicida desde el principio y no se mantuvo en la verdad, pues no hay verdad en él. Cuando dice mentira, habla según su propia naturaleza, porque es mentiroso y padre de la mentira. (Juan 8, 44)

  • Por esto Dios los abandonó a sus pasiones vergonzosas; pues, por una parte, sus mujeres cambiaron las relaciones naturales del sexo por otras contra la naturaleza. (Romanos 1, 26)

  • En efecto, lo que la ley era incapaz de hacer, debido a los bajos instintos del hombre, lo hizo Dios enviando a su propio Hijo en condición semejante a la del hombre pecador, como sacrificio por el pecado y para condenar el pecado en su misma naturaleza humana. (Romanos 8, 3)

  • Porque si tú fuiste cortado del que por naturaleza era olivo silvestre, y contra la propia naturaleza fuiste injertado en el olivo bueno, ¡cuánto más ellos, las ramas naturales, serán injertadas en el propio olivo! (Romanos 11, 24)

  • ¿No os enseña la misma naturaleza que es una vergüenza que el hombre se deje el pelo largo, (I Corintios 11, 14)

  • Nosotros también éramos de ésos cuando nos dejábamos llevar de las apetencias carnales, sujetos a los deseos de nuestros instintos y a nuestra imaginación. Éramos, por naturaleza, objeto de la ira divina, igual que los demás. (Efesios 2, 3)

  • el cual, teniendo la naturaleza gloriosa de Dios, no consideró como codiciable tesoro el mantenerse igual a Dios, (Filipenses 2, 6)


“Há duas razões principais para se orar com muita satisfação: primeiro para render a Deus a honra e a glória que Lhe são devidas. Segundo, para falar com São Padre Pio de Pietrelcina