Encontrados 10 resultados para: monstruosidades

  • "Puesto que Manasés, rey de Judá, ha cometido estas monstruosidades, peores que las de los amorreos que le precedieron, y ha hecho pecar a Judá con sus ídolos, (II Reyes 21, 11)

  • Pero en los profetas de Jerusalén he visto monstruosidades: adulterio, obstinación en la falsedad, apoyo a los criminales para que ninguno se convierta de su perversidad; son todos ellos para mí como Sodoma; y sus habitantes, como Gomorra. (Jeremías 23, 14)

  • El Señor no podía soportar más la maldad de vuestras acciones y las monstruosidades que habéis cometido; por eso vuestro país ha quedado convertido en un desierto, objeto de horror y execración, sin ningún habitante, como sucede actualmente. (Jeremías 44, 22)

  • Te lo juro, dice el Señor Dios: Tú has profanado mi santuario con tus ídolos y tus monstruosidades, pero también yo caeré sin misericordia y sin piedad. (Ezequiel 5, 11)

  • Vendrán ellos y retirarán de ella todos sus ídolos y todas sus monstruosidades. (Ezequiel 11, 18)

  • presta con usura y acepta interés, este hijo no vivirá, porque ha cometido todas estas monstruosidades; morirá y su sangre recaerá sobre él. (Ezequiel 18, 13)

  • Dirás a los rebeldes, a la casa de Israel: Esto dice el Señor Dios: Ya son demasiadas las monstruosidades que habéis cometido, oh casa de Israel; (Ezequiel 44, 6)

  • habéis introducido extranjeros, incircuncisos de corazón e incircuncisos de cuerpo en mi santuario para que profanen mi templo, mientras vosotros me ofrecíais mi pan, grasa y sangre, quebrantando así mi alianza con todas vuestras monstruosidades. (Ezequiel 44, 7)

  • Por eso no se acercarán más a mí para servirme en las funciones sacerdotales, ni para tocar mis cosas santas y santísimas, sino que soportarán la ignominia de las monstruosidades que han cometido. (Ezequiel 44, 13)

  • sobre su frente, un nombre escrito -un misterio-: "Babilonia la grande, la madre de las prostitutas y de las monstruosidades de la tierra". (Apocalipsis 17, 5)


“Pode-se manter a paz de espírito mesmo no meio das tempestades da vida”. São Padre Pio de Pietrelcina