Encontrados 22 resultados para: mandatos

  • Les dijo: "Si verdaderamente escuchas la voz del Señor, tu Dios, y haces lo que es recto a sus ojos, prestas oído a sus mandatos y observas todos sus estatutos, no enviaré sobre ti ninguna de las plagas con que castigué a los egipcios, porque yo soy el Señor, tu salvador". (Exodo 15, 26)

  • El Señor dijo a Moisés: "¿Hasta cuándo os resistiréis a observar mis mandatos y mis leyes? (Exodo 16, 28)

  • Cuando tienen pleitos vienen a mí, y yo juzgo entre el uno y el otro, y les doy a conocer los mandatos y las leyes de Dios". (Exodo 18, 16)

  • Instrúyelos en los mandatos y leyes y enséñales el camino que han de seguir y lo que han de hacer. (Exodo 18, 20)

  • si despreciáis mis leyes, desdeñáis mis prescripciones, no ponéis por obra mis mandatos y rompéis mi alianza, (Levítico 26, 15)

  • entonces ante el Señor, tu Dios, dirás: He apartado de mi casa lo consagrado y se lo he dado al levita, al emigrante, al huérfano, a la viuda, en plena conformidad con lo que tú me has mandado, sin traspasar ni olvidar tus mandatos. (Deuteronomio 26, 13)

  • Hoy te manda el Señor, tu Dios, poner por obra estos preceptos y mandatos. Guárdalos y ponlos en práctica con todo tu corazón y toda tu alma. (Deuteronomio 26, 16)

  • sino que incline nuestro corazón hacia él, para que sigamos sus caminos y guardemos todos sus mandatos, sus leyes y sus preceptos, los que prescribió a nuestros padres. (I Reyes 8, 58)

  • Tampoco Judá observó los mandatos del Señor, su Dios, sino que siguió las costumbres de Israel. (II Reyes 17, 19)

  • Luego, de pie en el estrado, selló ante la presencia del Señor el pacto de seguir al Señor, guardar sus mandatos, sus instrucciones y sus leyes con todo el corazón y con toda el alma, y de cumplir las cláusulas de la alianza escritas en aquel libro. Y todo el pueblo ratificó la alianza. (II Reyes 23, 3)

  • Y luego, de pie en el estrado, selló ante la presencia del Señor el pacto de seguir al Señor, de guardar sus mandatos, sus instrucciones y sus leyes con todo el corazón y con toda el alma y de cumplir las cláusulas de la alianza escritas en aquel libro. (II Crónicas 34, 31)

  • Hemos desobedecido tus mandatos, y tú nos has abandonado al pillaje, a la esclavitud, a la muerte, y nos has hecho la fábula, la risa y el oprobio en las naciones paganas en que nos has dispersado. (Tobías 3, 4)


“Deus nunca me recusou um pedido”. São Padre Pio de Pietrelcina