Encontrados 25 resultados para: jinetes

  • Los cascos de los caballos resonaron al galope, al galope con sus jinetes. (Jueces 5, 22)

  • Los filisteos se reunieron para luchar contra Israel con tres mil carros, seis mil jinetes y un ejército tan numeroso como la arena de la ribera del mar. Subieron y acamparon en Micmás, al oriente de Bet Avén. (I Samuel 13, 5)

  • Cada uno mató al que se le puso delante. Los sirios se dieron a la fuga, perseguidos por los israelitas, y Ben Hadad, rey de Siria, logró salvarse a caballo con algunos jinetes. (I Reyes 20, 20)

  • Por eso no dejó a Joacaz otra gente que cincuenta jinetes, diez carros y diez mil infantes, porque el rey de Siria los había destruido y reducido como el polvo de la trilla. (II Reyes 13, 7)

  • Y ahora acepta una apuesta con mi señor, el rey de Asiria. Yo te daré dos mil caballos, si puedes procurarte jinetes para ellos. (II Reyes 18, 23)

  • Salomón tenía 4.000 caballerizas para sus caballos y sus carros y 12.000 jinetes, que destacó en las ciudades de guarnición y en Jerusalén, junto al rey. (II Crónicas 9, 25)

  • "Esto dice el rey grande, el señor de toda la tierra: Mira, al salir de mi presencia, reúne contigo hombres de valor probado, unos ciento veinte mil de infantería y gran número de caballos con doce mil jinetes, (Judit 2, 5)

  • Los asirios se han crecido con su poder, se han enorgullecido de sus caballos y jinetes, se han jactado de la fortaleza de su infantería, confían en la espada y en la jabalina, en el arco y en la honda, pero no quieren reconocer que tú eres el Señor que decide las guerras. (Judit 9, 7)

  • Repartieron los animales entre los batallones, poniendo con cada elefante mil hombres con corazas de malla y yelmos de bronce en la cabeza; quinientos jinetes escogidos (I Macabeos 6, 35)

  • Durante cuarenta días se vieron en toda la ciudad carreras de jinetes corriendo por el aire, con vestiduras de oro, armados de lanzas y formados en escuadrones, (II Macabeos 5, 2)

  • ¡Ay de los que bajan a Egipto en busca de ayuda!; de los que confían en caballos y ponen su esperanza en el número de sus carros y en la fuerza de sus jinetes, pero no han puesto sus ojos en el Santo de Israel ni han consultado al Señor. (Isaías 31, 1)

  • Ahora, pues, haz una apuesta con mi señor, el rey de Asiria: yo te daré dos mil caballos si logras encontrar otros tantos jinetes. (Isaías 36, 8)


“Não queremos aceitar o fato de que o sofrimento é necessário para nossa alma e de que a cruz deve ser o nosso pão cotidiano. Assim como o corpo precisa ser nutrido, também a alma precisa da cruz, dia a dia, para purificá-la e desapegá-la das coisas terrenas. Não queremos entender que Deus não quer e não pode salvar-nos nem santificar-nos sem a cruz. Quanto mais Ele chama uma alma a Si, mais a santifica por meio da cruz.” São Padre Pio de Pietrelcina