Encontrados 23 resultados para: impura

  • si alguno contrae impureza tocando, aun sin darse cuenta, cualquier cosa impura: el cadáver de una bestia impura, de un animal impuro o de un reptil impuro, será culpable; (Levítico 5, 2)

  • El que después de haber tocado una impureza de hombre o animal o cualquier otra cosa impura coma de la carne del sacrificio de reconciliación ofrecido al Señor, será extirpado de su pueblo". (Levítico 7, 21)

  • También quedará impura cualquier cosa sobre la que caiga el cadáver de estos animales, ya sea un objeto de madera, un vestido, una piel o un saco, es decir, una cosa que sirva para algo: deberá ser lavado con agua y quedará impuro hasta la tarde; entonces será puro. (Levítico 11, 32)

  • Cualquier alimento preparado con el agua que había dentro quedará impuro; igualmente toda bebida tomada en tales recipientes quedará impura. (Levítico 11, 34)

  • pero cuando la semilla ha sido humedecida con agua, si cae encima uno de estos cadáveres será impura. (Levítico 11, 38)

  • "Di a los israelitas: Cuando una mujer encinta dé a luz un varón, será impura durante siete días, impura como en el tiempo de su menstruación. (Levítico 12, 2)

  • Si da a luz una hembra, será impura durante dos semanas, como en su menstruación, y permanecerá retirada sesenta y seis días más purificando la sangre. (Levítico 12, 5)

  • El sacerdote examinará la llaga y lo declarará impuro, pues la llaga es cosa impura: es lepra. (Levítico 13, 15)

  • el sacerdote entrará a examinarla; si la mancha se ha extendido por la casa, se trata de lepra contagiosa; la casa es impura. (Levítico 14, 44)

  • para poder distinguir cuándo una cosa es pura y cuándo impura. Tales son las instrucciones acerca de la lepra. (Levítico 14, 57)

  • Toda silla sobre la que haya viajado el paciente será impura. (Levítico 15, 9)

  • "Cuando una mujer tenga su período normal de menstruación, será considerada impura durante siete días. El que la toque será impuro hasta la tarde. (Levítico 15, 19)


“Como Jesus, preparemo-nos a duas ascensões: uma ao Calvário e outra ao Céu. A ascensão ao Calvário, se não for alegre, deve ao menos ser resignada!” São Padre Pio de Pietrelcina